El Sofá. La decisión de elección de un sofá, puede parecer algo sin importancia o simplemente una cuestión de precio, pero lo cierto es que elegir un adecuado sofá es más difícil de lo que pensamos pues es una pieza de la casa donde la vivencia y la funcionalidad está incluida en la pieza. Lo normal es que un sofá vaya ser un objeto de uso de toda la familia y la presencia de este en la decoración no debe estar por debajo de la funcionalidad y resistencia de los cuerpos que vaya a tener que soportar. Por eso decidir el mejor sofá para vivir mejor es un concepto que tenemos que tener en mente en todo momento.
Las estructura, la robustez, el relleno de sus cojines, la consistencia, las medidas, el nivel de comodidad que se desee conseguir son todos aquellos aspectos de más relevancia a la hora de tomar esta decisión.
El mercado ofrece innumerables ofertas de modelos, pero los fabricantes aconsejan no dejarse llevar por las primeras sensaciones placenteras que nos de la estética. Ante todo se debe tener claro que lo primero es que se adapten bien al cuerpo y que la estructura sea estable y duradera. La indeformabilidad del sofá es una característica imprescindible para poder pertenecer a la categoría de los elegidos. Después se debe elegir entre unos cuantos en los que se centren las preferencias de acuerdo a los principios ergonómicos, cómodos y resistentes.
Los requisitos para la elección deben girar entorno a los siguientes consejos
1º- Las medidas
En función del sitio donde se desee colocar la pieza. Si la habitación tiene metros suficientes, los sofás pueden ser piezas amplias, de hasta cuatro plazas, y su armazón puede estar pegado al suelo, pues la sensación de peso mejorará la decoración de una estancia con amplitud y le dará elegancia y calidad. Si por el contrario la habitación es pequeña, se deberán elegir modelos claros y ligeros con cierta elevación del armazón del suelo.
2º- La colocación
Dentro de la distribución de la estancia. Podrá colocarse pegado a la pared, o dividiendo el mismo. Si el cuarto es pequeño a lo mejor la opción es colocar dos sofás en L, o apoyarlos en la pared para que no resten metros y la sensación visual sea de amplitud. Si la habitación es grande y sobre espacio, la colocación en U, en paralelo, da unos resultados espectaculares, ofreciendo mil posibilidades de decoración con otros muebles alrededor. Para las esquinas los sofás en forma de ángulo son opciones más que respetables.
3º- Tener en cuenta tus opciones
Ver si es necesario pasar por delante o por detrás de él para ir a determinada puerta de salida o entrada a otra habitación, lo que condicionaría la elección con respecto a elegir un sofá donde la trasera tenga suficiente belleza como para no ser un pegote en el salón. Si el sitio del que se dispone es pequeño pero necesitamos amplitud de plazas se tendrá que valorar la opción de un sofá en esquinera o con chaise long. Si hay niños por la casa la opción debe inclinarse por un modelo de material sufrido y fácil de limpiar, como la piel o la microfibra. Los perros y las mascotas, requieren de modelos donde las patas levanten la pieza del suelo, con el fin de evitar posibles roces que luego desgasten el material o hagan imposible su limpieza.
Recordad que no es lo mismo un sofá de adorno que un sofá que vaya a tener un exceso de utilización.
Pero si lo que queremos es decorar, se puede apostar por diferentes estilos para que visualmente sean piezas que llamen la atención dentro de tu hogar.
Algunas pautas más…
Los sofás de líneas clásicas habitualmente presentan respaldos curvos, apoya brazos con altura, bastante anchos, y redondeados. A veces incluso si el estilo es muy clásico pueden tener formas con volutas. La parte de abajo suele estar soportada por piezas pequeñas de madera y torneadas e incluso a veces con ruedas doradas o plateadas que también pueden ser una opción. En los estilos minimalistas, que hoy en día están en plena actualidad, se buscan líneas limpias y rasgos muy esquemáticos donde el sofá tenga una mínima expresión y una alta presencia estética. Las habitaciones que alberguen estos modelos, no deben estar recargadas de otros muebles y objetos inservibles, el éxito de esta decoración es el “menos es más”.
La comodidad viene también de los materiales utilizados para sus rellenos y de la densidad de estos. La espuma es lo más usual y además económico. Reúne estándares de calidad adecuados porque es muy indeformable. Su densidad debe ser como mínimo de 30 kg por asiento y 20 kg en el respaldo. La pluma es acogedora y proporciona un cálido descanso pero es menos recomendable durante los meses de calor. Se deforma y recupera la forma con facilidad lo que hace que mejore notablemente su adaptación a los cuerpos.
Cuando llegue el momento de limpiar un sofá y se haya elegido el producto con el que se vaya a realizar la limpieza, este se debe probar primero en una esquina o zona menos visible del sofá, pues mucho productos, aunque no se especifique llevan corrosivos en sus ingredientes y pueden suceder accidentes indeseados que de colores o quemen la tapicería mas resistente.
De manera general se recomienda la sacudida diaria de los cojines para airearlos y desprenderlos del polvo y la aplicación del aspirador para eliminar todos los posibles ácaros (microscópicos insectos que viven en las telas).